Ella borra cualquier rastro. Quita sábanas manchadas, estruja trapos y restriega el suelo. Apenas localiza un pelo, lo toma entre sus dedos y lo acaricia como quien besa a un muerto querido. Ya no hay vestigios de medias sucias, de zapatos o de ropa desparramada. Los armarios han quedado vacíos. Sin embargo, algo que ha soñado le sigue temblando dentro.
Esa mañana amaneció con los brazos acalambrados y la niña ya no existía. La oyó gemir y se clavó los dedos hasta sentir sus tripitas calientes, recordó su mirada negra y aspiró el olor a fantasma de la cuna. En el sueño, abrió cajones llenos de humedad. La angustia le oprimía el cuello: no sabía el nombre de su hijita ni su fecha de nacimiento, pero sentía las entrañas vaciadas, como llenas de una sangre blanda. Todo era espeso y mugriento en ese cuarto de hotel.
Ahora vuelve al cubo de agua. Observa la negrura, lo que flota en la superficie pidiendo auxilio. Moja el trapo y quita las manchas una a una, las uñas se le rompen y ni cuenta se da. Quién dijo que los fantasmas no manchan, se pregunta, como si en su carne estuviera escrito un moho antiguo. Refriega las baldosas con la cara pegada al frío. Los brazos le exigen alimento humano y siente el hueco insoportable.
![]() |
Foto Antonio Más Morales |
9 comentarios:
Un abrazo.
Nuevo look! Pero la misma escritora con fuerza.
Un besito, que vaya bien tu nuevo proyecto.
Hola Musa, yo Daniel, un nuevo color de marron más fuerte, este cuento pune la piel de gallina es muy fuerte un lindo color
Un fuerte abrazo
A la mierda, Musa.
Y sí, claro: los fantasmas manchan.
Marcela, ¡qué pesadilla!!!
Sigue tu garra y espíritu tan negro.
Me gusta, a pesar de todo, y me gusta mucho.
El nuevo aire del blog, precioso.
Sobrina Musa
Lleno y vacio. Aperecer y desaparecer...pero todo alrededor de "ese hueco que se siente insoportable."
Es negro el relato pero bello.
Un beso
Tia Laura
Hola, Musa, yo Daniel decirte ya tengo dos nuevo poesías la noche La cara perdón este comentario
Gracias por los comentarios, de verdad.
Daniel, ya me pasaré por tu blog para verlos.
Besos para todos,
musa rella
Duro, doloroso, pero narrado con maestría. Un abrazo.
Publicar un comentario