Es veinticuatro de diciembre. Los familiares entran en fila y cuelgan los abrigos como insectos educados. Las vecinas beben anís; alguna riñe a los chicos por jugar en las habitaciones, otra ojea el periódico del día anterior.
El perfume de los nardos adormece hasta los jarrones. Bajo los marcos de las puertas, los más allegados tertulian con complicidad, intuyen el banquete con un hueco en el estómago; las tazas fundan anillos de café en las repisas y una abuela se hurga la nariz.
En el patio techado, ahí donde prevalece el rojo de las velas, hay un discreto tumulto de hipos y jadeos y se atrincheran conversaciones triviales.
Para entonces, las vecinas están casi borrachas y los niños más pecosos reclaman sus juguetes a los gritos. Algunos hombres miran de reojo los culos de las vecinas y la ancianita reza un padrenuestro, mientras el viento despelota el árbol de navidad, refugiado inútilmente entre macetas.
Afuera la noche tiene un regusto verdoso, las luces dibujan fantasmas sobre el pavimento.
Carmela sale de la cocina rejuvenecida por el vestido negro y saluda a cada uno de los asistentes. Recién después los invita a acercarse a la mesa, donde el cadáver de su Héctor yace exquisito.
10 comentarios:
Si es que hay gente que, con tal de fastidiarle las fiestas al prójimo, es capaz de morirse justo el peor día... :)
Buenas vacaciones, Musa.
Sublime Musa Sobrina!! He querido seleccionar una de las imágenes pero no puedo decidir cual es la que me gusta más. Besos. Tia Lau
Una Navidad para gustos más oscuros...
Me ha encantado.
;)
Vaya con la Navidad!! Como siempre sorprendente Musa.
Un beso con regusto festivo.
o
Desde que se extinguieron los pavos nada ha vuelto a ser lo mismo...
Soy lenta para venir a tu casa, pero segura. Y mis ojos disfrutan de tus letras. Sonrìo por ti, ya que tus relatos son para tenerlos ya en libro.
Abrazos y desèandote siempre lo mejor.
Y porfavor: no dejes de escribir.
Te quiero.
me ha gustado mucho, gracias
¡Gran blog! Me pasaré por aquí a menudo, si se me permite.
Me gusta el estilo, pero he de reconocer que se hace algo pesado. Los relatos, apenas sin subordinadas, son concisos, pero bruscos; con frases casi sin hilar y con falta de musicalidad.
¡Un saludo!
Peatón, o al contrario .¬O
Lauranónima, ¿y si empezás por la imagen que más te disguste?
Pulgacroft, o una navidad casi como todas, diría yo
María J, besos infestivos ;)
Germán, cierto, maldita la hora
Clarice, tus pisadas dejan amorosas huellas
Dante, alegro-me
Choped, este post busca precisamente lo que observas (me das una alegría)
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Saludos a tod@s y gracias.
musa
Sórdido...
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